Para todos aquellos que me leen, pido disculpas por el retraso en el blog, pero ya sabéis, exámenes..
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Pasaba una vez más por esas calles que no tenían final, volviendo a tener ese tono de oscuridad, el mismo de hace semanas. Se resguardó del frío en una tetería pequeña dejando su portafolios en una de las mesas y acercándose a la barra esperando que alguien se acercara a atenderla para saciar su sed. Poco después, ya acomodada en su mesa con su té y sus pastas, intentaba escribir siguiendo el hilo musical que emitía el local, le embriagaba.. Quería soltarse, expresar todo aquello que le había pasado y, desde hacía días, no paraba de hacerlo, en cualquier lugar, en cualquier momento, lo necesitaba porque sabría que así no le haría tanto daño al tenerlos guardados tan adentro, así conocería su propia verdad..
De vez en cuando ponía sus ojos en blanco pensando en aquella chica, dónde estaría, que estaría haciendo, si estaría más guapa o no, si se encontrarían algún día. Dispuesta a imaginarla como la recordaba, empezó a dibujarla lentamente, como en aquel estanque sentada cuando ella apareció de golpe, al otro lado, mirándola fijamente y sonriendo, solo a ella. Recordaba su sonrisa brillante, de esas que podrían iluminar medio mundo jugando, a la vez, con esos ojos que desprendían dolor y que, la propia mezcla, era perfecta para salvar a cualquiera.
Necesitaba saber de ella, pagó precipitadamente, recogió sus cosas y corrió en esa dirección, en la dirección que ya nunca olvidaría, sabía que hoy era el día.
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