Amanecer inquieto

La luz de la mañana entraba amenazante por ese resquicio que la cortina no había cubierto, dándole así en la cara. Intento abrir sus ojos pero el dolor de cabeza fue más rápido, se incorporó dejando colgar los pies al abismo que se pronunciaba ese momento. La habitación era un completo desastre, habían botellas, cigarros, mecheros, cartas de amor, fotos, todo tirado con una precisión exacta para poder salir de allí y no pisar nada.
Su pelo se inundaba lentamente, necesitaba esa ducha, ¿por qué lo había vuelto a hacer?, eso de emborracharse para dormir y no acordarse de nada no era propio de ella..

¿Y qué era propio de ella? No quedaba más que el miedo.

Manicomios intercalados

Boca arriba, su posición favorita perdiéndose en ese techo resquebrajado, imaginando que es cielo, que es aire, que es vida.. Se recreaba en sus lunares, los que recordaba y pensaba en sus miradas inocentes, sus sonrisas tan sinceras y esa risa tan peculiar.. Solo con eso la hacía sentir especial.
¿Debería de abandonar Londres? ¿Dejar el pasado tan lejos como para lograr olvidarlo? ¿Sería posible? Lo dudó tanto que solo cerro los ojos y se la imaginaba otra vez..

¿Y sí se lo estaba inventando?, ¿y sí de verdad estaba loca y vivía en un manicomio teniendo fantasías día y noche? Seria más fácil aceptar que eres un loco a vivir en un mundo donde todos lo están.

Vuelta a casa por el mismo camino, los mismos charcos y, podría asegurar, que las mismas lágrimas..
Una taza de chocolate caliente,
su canal favorito y,
un susurro..
..buenas noches.

Brisa Londinense..

Eran sus pasos en cada charco lo que delimitaba su horario, vivía según sus reglas y era lo más encantador que existía. ¿Cómo no hacerlo?
Tenía que huir de todas esas historias que aún corrían tras su cuerpo, sin respuesta, sin solución, con heridas de muerte.. Marcando pasos y sintiendo el dulce sonido de la lluvia cayendo en su paraguas llegó hasta el lugar exacto, ese que marcaba el punto de inflexión en su vida, ese en el que alguien había decidido empezar una venganza dulce y eterna que la perseguiría de por vida.
Se sentó al filo de ese puente, pensó un "¿por qué?" rutinario y deslizó sus dedos sobre ese colgante, que jamás arrancaría de su cuello, que le había regalado..
Su valor y su libertad fueron despreciadas, la verdad se esfumo con esa brisa removiendo sus lágrimas.

Al fin y al cabo, la venganza más dulce y satisfactoria es la ignorancia, para los más fuertes, el odio.

Primer entrante

Últimamente he estado navegando por muchos blogs y me ha entrado el gusanillo de crear uno (otra vez) y, lo mejor, me han dado ganas de ponerme en él todas las veces que pueda, expresarme en un lugar donde podré leer mis tonterías estando aquí o en casa de alguna jovencita poco antes de hacer cosas muy deseadas.
Con esto me quiero meter en un mundo algo irreal, crear historias con sus respectivas moralejas, crear mundos en una muela..
Vamos, que muchas cosas, pero hoy no es el día perfecto para empezar, tengo varios asuntillos que me reclaman.
Así que, si estáis dispuestos.. Por aquí estaré :)